A comienzos del Siglo XX la vida transcurría apacible en la colonia Formosa. Exactamente frente a la recién iniciada prospera comunidad, pero en la margen opuesta del río Paraguay surgía un pueblo donde también palpitaba la alegría y el amor que impulsaban al trabajo en pro de un mejor destino.
El orden urbano no existía todavía y en medio del grupo de casas todavía desordenadas se desarrollaba una pequeña industria. Se trataba de una destilería de caña, propiedad de un italiano de apellido Becchi.
El manso río Paraguay proporcionaba abundante pesca y la naturaleza casi in explotaba brindaba sus primicias a través de peces de enorme tamaño que los lugareños además de consumirlo lo comercializaban en la colonia Formosa .
La tierra y el río eran inmensamente generosos pero con frecuencia eran también crueles. En la década de 1920 y curiosamente en coincidencia con un periodo de terrible sequía en la habitualmente húmeda Pampa argentina sucedieron unos inviernos terriblemente lluviosos que generaron reiterados anegamientos de esta zona habitada.
Después de varios intercambios de opiniones donde confrontaban la idea de algunos vecinos de mudarse a una zona más alta contra la resistencia de otros de abandonar el lugar donde había tantas ventajas por su proximidad a Formosa se dispuso la mudanza masiva.
Fueron artífices del traslado masivo entre otros pobladores de la época don Nicolas Cogliolo, don Antonio Rolon y don Cesar Doldan.
La gran mayoría de la población se traslado a lo que hoy es el casco céntrico de la ciudad de Alberdi. Los menos se quedaron en la antigua morada cercana a Formosa. En virtud de que un punto importante de la actividad era la destilería de Becchi, por muchos años la comunidad sería conocida como “Becchi-cué”.
Cuando aproximadamente en el año 1935 la localidad paso a denominarse Alberdi, el sitio originalmente habitado por los pobladores paso a denominarse “Alberdi Tuyá” que en castellano significa “Alberdi Viejo”. Hoy, la antigua geografía poblada originalmente por los alberdeños es el alegre barrio de doradas playas conocido justamente como “Alberdi Viejo”.
El orden urbano no existía todavía y en medio del grupo de casas todavía desordenadas se desarrollaba una pequeña industria. Se trataba de una destilería de caña, propiedad de un italiano de apellido Becchi.
El manso río Paraguay proporcionaba abundante pesca y la naturaleza casi in explotaba brindaba sus primicias a través de peces de enorme tamaño que los lugareños además de consumirlo lo comercializaban en la colonia Formosa .
La tierra y el río eran inmensamente generosos pero con frecuencia eran también crueles. En la década de 1920 y curiosamente en coincidencia con un periodo de terrible sequía en la habitualmente húmeda Pampa argentina sucedieron unos inviernos terriblemente lluviosos que generaron reiterados anegamientos de esta zona habitada.
Después de varios intercambios de opiniones donde confrontaban la idea de algunos vecinos de mudarse a una zona más alta contra la resistencia de otros de abandonar el lugar donde había tantas ventajas por su proximidad a Formosa se dispuso la mudanza masiva.
Fueron artífices del traslado masivo entre otros pobladores de la época don Nicolas Cogliolo, don Antonio Rolon y don Cesar Doldan.
La gran mayoría de la población se traslado a lo que hoy es el casco céntrico de la ciudad de Alberdi. Los menos se quedaron en la antigua morada cercana a Formosa. En virtud de que un punto importante de la actividad era la destilería de Becchi, por muchos años la comunidad sería conocida como “Becchi-cué”.
Cuando aproximadamente en el año 1935 la localidad paso a denominarse Alberdi, el sitio originalmente habitado por los pobladores paso a denominarse “Alberdi Tuyá” que en castellano significa “Alberdi Viejo”. Hoy, la antigua geografía poblada originalmente por los alberdeños es el alegre barrio de doradas playas conocido justamente como “Alberdi Viejo”.
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